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Arquitectura modular. La revolución en el mundo de la construcción

La arquitectura modular se está convirtiendo rápidamente en el método de construcción favorito en muchos lugares del mundo. Son cada vez más las personas que buscan poner en marcha proyectos basados en este tipo de construcción porque resulta rápida, rentable y eficiente. 

Así es como han comenzado a ganarse un hueco en el mercado las casas prefabricadas y, también recientemente, los módulos prefabricados, nuevas fórmulas que buscan dar solución al problema de la construcción de la vivienda y espacios de trabajo ofreciendo una propuesta sencilla y duradera. Es posible gracias a los avances tecnológicos de los tiempos recientes, que han permitido aumentar la rapidez en la fabricación de los mismos y las opciones de configuración a la hora de utilizarlos en todo tipo de contextos.

Porque si bien es cierto que las casas prefabricadas están pensadas para su uso como vivienda, los módulos prefabricados disponen de un campo de acción mucho más amplio que les otorga una polivalencia que de otro modo no se podría conseguir. Este es, precisamente, uno de los puntos clave que han provocado la popularización de su utilización, siendo una vía muy asequible para dar solución a problemas de gran magnitud como es la falta de un espacio o infraestructura en la que poder llevar a cabo una determinada actividad.

Una alternativa para cada necesidad

La construcción es una actividad que se encuentra evidentemente limitada por las constricciones espaciales y temporales de un lugar concreto y de una obra determinada, lo cual puede acarrear consigo importantes trabas en el desarrollo de un proyecto de índole tradicional, sujeto a una gran planificación y proceso de creación. No ocurre lo mismo, sin embargo, con estas otras alternativas citadas, que requieren de una planificación mínima, aceleran el tiempo que tarda en implementarse y, como añadido, requieren de una mano de obra mucho más reducida y manejable.

Se ha convertido en frecuente, como consecuencia de lo nombrado, encontrarse con toda suerte de edificios que hacen uso de las construcciones modulares para beneficiarse las bondades que ofrecen, desde oficinas que necesitan ganar unos cuantos metros más de espacio hasta colegios u hospitales que se ven ante la necesidad de dar cabida a más personas en un plazo de tiempo demasiado ajustado como para efectuar una construcción de mayor envergadura. Otro de los grandes clásicos de estas edificaciones son, cómo no, los puestos u oficinas de venta de inmuebles, pisos piloto y emplazamientos del estilo.

Estas son solo alguna de las muchas opciones de las que uno dispone cuando se trata de construcciones modulares, pues realmente los límites se encuentran allá donde se ubiquen las necesidad de cada uno. Lo que sí es evidente es que las posibilidades que ofrecen son muchas y muy variadas como para pasarlas por alto cuando se tiene que hacer frente a proyectos como los descritos anteriormente.

Siendo consecuentes con el medio ambiente

De entre las muchas tendencias que están teniendo lugar en el cambiante panorama actual, una de las que más fuerza ha ido adquiriendo a lo largo de los tiempos recientes es el movimiento medioambiental, ecologista y que lucha, en definitiva, por proteger el medio ambiente y el planeta Tierra. Y en este sentido, aunque pueda no parecerlo en un primer momento, la arquitectura modular tiene mucho que decir, dado que es una de las más sostenibles y que más aporta a la hora de no crear un impacto de dimensiones desproporcionadas en el espacio donde estas se instalan.

Las características de las que disponen dichas construcciones hacen que tanto su instalación como los requisitos necesarios para hacerlas operativas sean muy reducidas, generando una huella mínima en comparación con otras estructuras. Además, dependiendo de los materiales que se hayan utilizado para la creación de los módulos prefabricados, estos pueden ser también altamente consecuentes con el medio ambiente en cuanto al uso de materiales limpios, verdes y que no hayan sido una fuente de contaminación durante el proceso de edificación. Es, en definitiva, una buena alternativa, en casi todos los sentidos, a la construcción tradicional.